La que todos desean cortar,
Floreció un día de agosto
Al ver tus ojos en ella posar.
Desde entonces se abrió
A los ruegos de tu amor,
Y entre suspiros se desarrolló.
Hoy clavada tiene su espina,
Hoy la espina del amor
Desgarró su corazón.
Sangra desde las sonrisas,
Pero su risa opaca el dolor.
Sólo sufre en silencio
Recordando cada aguijón,
Fuiste clavándolos de a uno,
Lento y sin dilación,
Con cada nueva herida
Se encogía un poquito.
Hoy la rosa, no se marchitó
Como estaba previsto.
Dejó de esperar tu riego,
Aceptó tu ruego,
Pero vive resaltada
Por el propio brillo de su mirada.
Resultó libre, autosuficiente,
Capaz de ser una superviviente.
En el rosal florecen más rosas,
Todas brillan con luz propia
Mirando con admiración
La pequeña rosa salvada por su pasión.
© Yashira 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario. Me gusta saber que has pasado por aquí.